Adolescencia ¿transición, tormenta o drama?
El sustantivo “adolescencia” proviene del vocablo latino adolescere, que significa madurar o crecer. Si, puedes llamarla como una transición porque transcurre entre la infancia que representa la dependencia y la adultez como independencia. Es un período de contra dependencia y dura generalmente entre los 10 y 19 años aun cuando puede ser más extensa según otros enfoques, cultura y desarrollo.
De acuerdo con Coleman y Hendry (2003) la transición presenta tres etapas diferenciadas como las siguientes: entre los 10 a 13 años: comienzan a experimentar cambios físicos significativos, como el inicio de la pubertad. Desde los 14 a 17 años: los cambios físicos continúan y exploran más intensamente la identidad y su lugar en el mundo. Al llegar a la adolescencia tardía que va desde 18 a19 años: significa la preparación para la adultez.
Las modificaciones físicas en la pubertad al inicio de la adolescencia resultan ser las más llamativas porque son evidentes. Entre los cambios más destacados esta el tamaño y forma del cuerpo. Estos cambios son producidos por las hormonas, en su mayoría entre los 12 años en las niñas y 14 en los varones.
Hay diferencias individuales en el crecimiento, aunque no tienen efecto en el resultado final y no predicen cual va ser la estatura definitiva alcanzada, pero pueden generar, sin embargo, consecuencias psicológicas importantes, porque es una etapa especialmente susceptible y se sienten que son el centro de las miradas de los demás en una manifestación de egocentrismo de carácter social.
Desde el punto de vista emocional, logran sentirse más conscientes de sí mismos y desarrollar un sentido de identidad inicial. Como período de contra dependencia pueden empezar a desafiar la autoridad. El carácter conflictivo del adolescente no solo tiene origen en él como fuente de tensión, los conflictos que atraviesan los padres repercuten en la forma como tratan a los hijos, así como también los cambios en la estructura familiar que pueden significar modificaciones en valores y .creencias
Socialmente, el grupo de amigos se vuelve muy importante y pueden surgir conflictos con los padres y otras figuras de autoridad debido a la búsqueda de autonomía. Formar parte de los grupos y adaptarse es la tendencia en esta etapa y el hecho de ser divergente en estatura, peso, comportamientos o cultura produce gran preocupación en el adolescente y puede enfrentar varios problemas, como la presión de grupo, el bullying, la baja autoestima, la ansiedad, la depresión el uso de sustancias y trastornos alimentarios. Estos desafíos pueden afectar significativamente el bienestar emocional, físico y psicológico y tiene consecuencias en las relaciones con el otro sexo que comienza a manifestarse tímidamente.
El último periodo o adolescencia tardía se caracteriza por la toma de decisiones importantes respecto a la educación, el trabajo y las relaciones personales. La independencia y la responsabilidad aumentan, y deben enfrentar los desafíos de convertirse en adultos funcionales. Hay cambios sociales que son los que van a posibilitar insertarse en la sociedad adulta.
El Investigador clásico Stanley Hall (1904) citado por Coleman y Hendry (2003) ha considerado esta época de la vida como de tormenta y drama , debido a la cantidad de tensiones psicológicas por lo cual atraviesa el adolescente. Afortunadamente no es el único punto de vista , otra serie de investigaciones de la antropología cultural indican que el entorno en un sentido amplio como el geográfico, político, social en el que vive la familia tiene una considerable influencia sobre la percepción del adolescente de esa etapa que puede ser considerada como agradable y satisfactoria. Las estadísticas reflejan que solo el 11% de los adolescentes resultaron como atormentado y problemático , en segundo lugar los que presentan dificultades intermitentes y situacionales un 32% y la mayoría un 57% tienen una transición positiva y saludable.
Las dificultades existen como parte del proceso pero no debe ser enfatizada como tormenta y drama, ni tampoco como tan insignificante como las demás. Las limitaciones se presentan de manera sucesiva lo que permite al adolescente abordarlas en forma secuencial. La capacidad para afrontar los obstáculos no solo tiene que ver con la fuerza intrínseca, el apoyo externo sino también del momento que se producen en especial cuando concurren excesivos cambios.
Pasar a través de una serie de cambios físicos, emocionales, psicológicos y prepararse para la vida adulta, definitivamente para todos no es igual, son retos evolutivos que requieren nuevos modos de adaptación y cambios de conducta como aprender a gestionar emociones, comunicar sus preocupaciones y sentimientos con padres, amigos o profesionales de la salud mental , expresar sus necesidades y escuchar a los demás. El ejercicio regular y las actividades creativas pueden mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y aumentar la autoestima.
Para los padres , familiares o el entorno cercano de los adolescentes es necesario que comprendan que los cambios tan vertiginosos que ocurren diariamente generan otro tipo de requerimientos, por lo tanto es fundamental estimular un ambiente de apertura donde ellos se sientan seguros para hablar sobre sus necesidades e inquietudes, darles oportunidad de tomar decisiones y aprender de sus errores, fomentar hábitos de vida saludables, buscar apoyo profesional y talleres de crecimiento personal.
Proporcionar un ambiente de apoyo, herramientas adecuadas y propiciar la participación en programas que fomenten habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y auto conocimiento puede ser muy beneficioso para el crecimiento personal y los adolescentes pueden desarrollar resiliencia y las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos de la vida adulta de manera positiva y saludable.
Coleman J. C., Hendry LB. Psicología de la adolescencia. Edil. Morata. Madrid 200
Palacios, Jesus. Psicología evolutiva del adolescente. Universidad Pedagogica Nacional.
AJUSCO 2009